Los huesos NO se debilitan con la edad

Guardado en: Artículos • Publicado el 08/07/2020 • 3 comentarios

Vamos a dejarlo claro desde el principio: Los huesos NO se debilitan por la edad,  se debilitan por la falta de calcio.

La osteoporosis produce cada año más de 1,3 millones de fracturas de vértebras, cadera y muñeca en el mundo, o lo que es lo mismo, una fractura cada tres segundos, por lo que no estamos tratando un tema menor.

La mayoría de las personas cree que a medida que pasamos de los 65 o 70 años es normal ir perdiendo masa ósea (osteopenia u osteoporosis) y que si una persona de 80 años se cae es lógico que se rompa la cadera, consecuente con la perdida de masa ósea.

Ocurre a partir de los 30

Como primera explicación digamos que la osteoporosis o disminución de masa ósea se puede producir a partir de los 30 años, por tanto no está ligada a la edad avanzada, sino que es el desequilibrio entre la entrada y la salida de ciertas sustancias y que eso puede ocurrir a los 30 años, a los 40 o a los 80, es decir a cualquier edad en que no estemos haciendo lo correcto y saludable.

Por resumir, la osteoporosis es consecuencia de la falta de calcio y esta carencia se produce a partir de los 30 años, si no llevamos una alimentación equilibrada, tomamos el sol y hacemos ejercicio. Así pues nada que ver con el envejecimiento, salvo por la realidad de la acumulación del déficit de calcio.

El estilo de vida más que la edad

La osteoporosis no es una consecuencia del envejecimiento sino del estilo de vida. Para empezar no deberíamos denominarlo enfermedad sino carencia de ciertos elementos indispensables o factor de riesgo. Si el desequilibrio  del calcio se produce en todas las personas a partir de los 30 años, no podemos decir que toda la humanidad tiene una enfermedad a partir de esa edad aún juvenil.

Afirma el Dr. Juan Gérvas que «Son huesos sanos los que remodelan sus líneas de carga por la actividad y que tienen un equilibrio (homeostasis) entre la formación y la reabsorción de la materia ósea. Se habla de osteoporosis cuando el hueso pierde densidad (deterioro en cantidad) y el remodelado óseo se enlentece (deterioro en calidad). Es decir, se habla de osteoporosis cuando el hueso es “más poroso”, y de ahí el término. La osteoporosis no es una enfermedad (salvo en los casos de osteoporosis secundaria

Llamar enfermedad a la perdida de masa ósea, sería como llamar crisis financiera a una persona que gasta más dinero del que ingresa. No sufre una crisis financiera, tiene una mala gestión económica que le hace estar en números rojos o en términos más coloquiales diríamos que es un inconsciente o derrochador.

Cómo afecta a las mujeres

La menopausia —la suspensión de la menstruación, generalmente alrededor de los 50 años— acelera considerablemente la pérdida de masa ósea. Después de la menopausia, los ovarios dejan de producir estrógeno, una hormona que ayuda a mantener los huesos fuertes.

Factores que estimulan el proceso

El cuerpo extrae calcio de los huesos y lo vierte en la sangre para que todo el cuerpo tenga un equilibrio de calcio, porque esa sustancia es prioritaria en la sangre. Así, los huesos deben de recibir un aporte de calcio para reemplazarlo y si no lo hacemos, el hueso pierde densidad. Si no lo hacemos durante años pierde más densidad y se nos presenta como un riesgo  atribuido a la vejez, en vez de ser coherentes y atribuirlo a la suma de años de no reemplazar el calcio.

Este proceso se conoce como  reabsorción ósea que extrae calcio del hueso y con los años puede reducir la densidad ósea hasta producir la osteoporosis. Lo hacen las células llamadas osteoclastos.

El calcio está considerado como el mejor mineral para contrarrestar los estados ácidos del cuerpo. La mayor reserva de calcio está en los huesos y es de ahí de donde el cuerpo saca el calcio necesario para combatir la acidez y mantener el cuerpo a su nivel de pH natural (7,3)

¿Cómo aumento mi densidad ósea?

La preservación de la masa ósea existente requiere conductas saludables, especialmente en las mujeres a partir de los 50, como la modificación en la dieta, ejercicios con peso o con carga, la exposición al sol que nos aporta vitamina D que aumenta la absorción de calcio. También es muy importante evitar o abandonar hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol. El consumo excesivo de alcohol es una de las principales causas de la osteoporosis en hombres.

Este es el proceso para aumentar la densidad ósea  llevado a cabo por células llamadas osteoblastos.

Hoy sabemos que la leche no es la mejor opción para mejorar la densidad de los huesos. Se sabe que toda leche de vaca, sea convencional u orgánica, contiene aproximadamente 59 hormonas activas, decenas de alérgenos y grasas saturadas. La gran mayoría de leches contienen pesticidas, restos de antibióticos distintos, sangre, heces, virus y pus.

Alimentos con más calcio que la leche

Varios alimentos contienen igual o más calcio que la leche: pescados como las sardinas, sobre todo las sardinas enlatadas, porque al ser un pescado de hueso blando, el calcio de sus espinas pase a la carne; el salmón que también es de hueso blando. Además, tanto las sardinas como el salmón contienen vitamina D y ácidos grasos que ayudan al organismo en la absorción de calcio. También son ricos en calcio las hortalizas de hoja verde, como las espinacas, la col, los berros. Otras fuentes seguras de calcio son las legumbres y frutos secos.

La osteoporosis en España

España es la campeona del mundo en sobre diagnosticar y sobre tratar la osteoporosis. ¿Cómo puede explicarse que uno de los países con menos riesgo de fractura de cadera sea el que más medicamentos contra la osteoporosis utiliza?

El sobre diagnóstico de osteoporosis conduce al sobre tratamiento. Al igual que para la mayoría de los factores de riesgo, el tratamiento farmacológico eclipsa otras formas de enfoque como la modificación de estilos de vida y la actividad física.

El dogma dominante en medicina de que el diagnóstico precoz y la subsecuente intervención es siempre deseable, ignora la carga psicológica que va asociada a una etiqueta de enfermedad, mientras que la focalización en el tratamiento farmacológico significa que las intervenciones no farmacológicas, ampliamente factibles, son sistemáticamente ignoradas.

F. Javier González

Investigador en gerontología

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